La vida cotidiana en las ciudades, suele exponer la piel a miles de agresiones: smog, humedad, contaminación de todo tipo, sumado al maltrato que causa el maquillaje diario.
Para contrarrestar tales agresiones, es necesario realizar un cuidado constante de la piel, que incluya hidratación, exfoliación, y control de la grasitud. Este procedimiento es fácil, y lo puedes realizar en pocos minutos.
Para comenzar, quita el maquillaje con una crema desmaquillante y un algodón. Nunca te duermas con tu cara maquillada, pues los poros de tu rostro no podrán respirar.
Despúes, limpia tu cara con un jabón neutro, que no altere el ph adecuado de tu piel.
Una vez por semana, utiliza un exfoliante, para quitar los puntos negros, y las células muertas.
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