Científicos estadounidenses han comprobado verazmente que gestos y caricias típicamente femeninas, facilitan el cambio de las conductas no deseadas.
El tomar de la mano, el apoyarse sobre el hombro del otro, o el abrazar, logra efectos tranquilizadores en la otra persona, y por lo tanto, influye en la conducta.
Los resultados de tan interesante estudio, serán aplicados al mundo de los negocios, puesto que darán pistas sobre los gestos y movimientos que deben hacer los vendedores para lograr ventas y ayudarán a los especialistas en medicina a crear un buen vínculo médico – paciente y a lograr la adhesión al tratamiento.
La investigación en cuestión, estudió a 67 personas, a quienes se les solicitó realizar una elección entre recibir dinero o realizar una apuesta arriesgada. Después de plantear esta disyuntiva, el investigador, apoyaba su mano, sobre el hombro de la persona.
Los sorprendentes resultados demostraron que la mayoría de las personas, eligió la apuesta, en lugar del dinero seguro.
De esta forma, se comprendió que las personas estudiadas tendían a tomar más riesgos, siempre que se sientieran apoyadas físicamente, con tu toque sutil, que se relaciona al apoyo materno recibido en la temprana infancia.
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