Conocemos por ortodoncia a la ciencia que estudia y trata las anomalías en la forma y posición de los órganos bucomaxilares (dientes, encía, muelas, paladar, encías, etc).
Esta ciencia ha sido utilizada desde hace décadas, para mejorar la mordida, la apariencia y la salud bucal.
Esta técnicas usualemente utiliza los famosos «frenos» o «brakets», para mover las piezas dentales, aplicando fuerza física en determinados lugares.
Una de las mayores resistencias a utilizar los frenos, es el hecho de que afectan la imagen. Su color metalizado y gris, suele ser rechadazo por muchos pacientes.
Para superar este inconveniente se han inventado novedosas técnicas: La primera de ella, fueron los frenos de cerámica. Su color marfil, casi transparente, ayuda a que la ortodoncia pase casi desapercibida.
Pero actualmente, se ha dado un paso mucho más grande en materia de ortodoncia. Se ha inventado un nuevo mecanismo realmente increíble, que permite esconder totalmente los frenos.
El nombre del tratamiento es «Ortodoncia invisible». Consiste en la utilización de fértulas transparentes, que se colocan donde usualmente irían los «brakets».
La duración media de estos tratamientos es de un 1 año y 3 meses. Y si bien, suelen ser usados en la niñez y la adolescencia, pueden ser colocados en adultos, sin ningún inconveniente.
Otro de los mecanismos utilizado para la «ortodoncia invisible», es la aplicación de frenos en la parte posterior de las piezas dentales, por lo que la estética de la sonrisa no se afectada.
Si estas interesada en alguno de estos tratamientos, debes consultar a un Ortodoncista: Este profesional te indicará cuáles son tus opciones, y cúal es la mejor para ti.