Todos los médicos recomiendan a las madres amamantar a su bebé por al menos un año, pero, esto no siempre es posible. Se lo conoce como: el «Síndrome de leche insuficiente». Esta afección comienza siendo psicológica y afecta más que nada a las madres primerizas; y puede convertirse en un verdadero problema.
Una de las razones por las que se produce, es porque no se estimula debidamente el pecho. Su estimulación contribuye a la liberación de prolactina, que ayuda a la producción de leche. Esto se logra por medio de la succión del niño.
Por tanto, cuando se comienza a darle formula al bebé, se deja de estimular debidamente al pecho y se produce aún menos leche que antes.
Lo que se recomienda para este problema es acercar al niño al pecho con mayor frecuencia, para estimularlo. El darle biberón empeorará la situación.
Junto con la imposibilidad de no poder amamantar viene la frustración y luego el sentimiento de culpa, al no poder establecer ese vínculo único con el niño.
Por lo tanto, si tienes este problema es importante que comiences a tratarlo, ya que una etapa tan linda como la lactancia debería ser vivida con la mayor de las felicidades y no como un tormento.