Cuando entramos a una tienda en la que se venden productos para bebes es común encontrar aparatos diseñados para los bebés que todavía no han aprendido a caminar. Como son, coches, andadores, hamacas, asientos que se balancean solos, y muchas otras cosas.
Hoy vamos a hablarte específicamente de los andadores y sus repercusiones en la salud del bebé. Los padres pensamos que el bebé necesita algo que lo sujete para desplazarse y algo que les mantenga erguidos hasta que sean capaces de moverse por si solos.
Sin embargo, la principal razón por la que se desaconseja este aparato es porque, por lo general, provoca accidentes. El andador se suele ofrecer a los niños cuando están cerca de los 7-10 meses, a esta edad los padres observan que los pequeños quieren estar todo el tiempo de pie y debido a esto creen que el andador les servirá para aprender a caminar.
A los 7-10 meses el bebé es muy pequeño para hacer muchas cosas, entre ellas, mantener una posición vertical. Esto les da acceso a lugares y objetos que no conocería de otra forma. Por tanto, corre el peligro de tirar de los manteles o hacerse daño con otros objetos.
Según estudios, el andador es la segunda causa de accidentes en niños en el segundo semestre de vida. Un gran porcentaje de los niños con traumatismo craneal se habían lastimado usando el andador.
En resumen, el andador puede ser muy peligroso para los bebés, debido a esto su venta está prohibida en muchas partes de la Unión Europea.
Quizás debas pensarlo dos veces antes de comprar uno para tu hijo