Todas queremos vernos delgadas y lindas, sin embargo, muchas veces estamos llenas de malos hábitos alimenticios que dificultan a largo plazo el bajar de peso.
El mantener una dieta alta en grasas y azúcares es uno de estos malos hábitos que nos hacen proclives a la obesidad. Por improbable que pueda parecer, el consumir asiduamente este tipo de alimentos hace que se produzcan cambios en nuestro ecosistema lo cual contribuye a la obesidad.
La Escuela de Medicina de la Universidad de Washington llegó a esta conclusión, los microbios intestinales parecen jugar un rol de relevancia en el mantenimiento del peso.
¿Qué tienen que ver los microbios intestinales con este tema? La clave está en la microbiota, una comunidad distintiva de microorganismos que vive en los intestinos humanos, y que desempeña muchas funciones beneficiosas. El consumir más grasas y azúcares que lo saludable hace que esta población de microorganismos se altere, lo cual trae como consecuencia que engordemos cada vez más, y que, incluso, sigamos subiendo de peso aunque modifiquemos la dieta.
Si bien el peso corporal es controlado más que nada por cuestiones estéticas y para tener una mayor autoestima, la principal causa debería ser la salud. Ya que, el comer de forma saludable es lo mejor que podemos hacer para nuestro presente y futuro.
Y tú, ¿sigues una dieta saludable?