Las mujeres siempre buscamos la forma de sentirnos y vernos más bellas. Muchas veces recurrimos al maquillaje, a los cosméticos, vestimenta que nos favorece o los tacones. Estos últimos, si bien tienen un efecto inmediato en nuestro aspecto con respecto a la postura y la autoestima, tienen muchos efectos negativos también. En especial el dolor de pies que sentimos después de andar un rato con ellos y cuando nos los quitamos.
Cuando usamos tacones podemos dañar nuestros pies, ya que, los 52 huesos de estos se resienten, en especial el metatarso, la parte delantera del pie, que es en donde recae todo el peso del cuerpo.
En el caso de los tacones de vértigo, provocan problemas de columna y dolor del nervio ciático, además de inflamación en el tendón de Aquiles, que se estira por la posición, y daños en las rodillas. Por otro lado, también se provocan contracturas musculares, dolor de espalda y de cintura.
Los más angostos como los stilettos de punta fina también pueden ocasionar problemas, estos generan entre otros problemas el hallux varus, o lo que vulgarmente se llama “juanete”.
Por otro lado, hay razones por la que nos duelen los pies una vez que nos retiramos los zapatos, el uno persistente de estos hace que las pantorrillas se acorten hasta un 13% y que los tendones se engrosen. En el caso del tendón de Aquiles, este compensa la posición cuando estamos encima de los tacones, el problema es cuando nos bajamos, ya que le cuesta volver a la posición anterior, es por esto que sentimos dolor.
Es muy importante tener cuidado con esto ya que los problemas sólo continúan empeorando, más aún si abusamos del uso de los tacones. Por tanto, intenta no utilizarlos demasiado seguido, opta por tacones más bajos para darle un descanso a tus pies.