Hoy estuvimos hablando un poco sobre el maquillaje permanente y los puntos que debemos considerar si deseamos probarlo. Hoy vamos a seguir tratando este tema, hablando especialmente de el tipo de maquillaje que se practica en cada zona.
Primero que nada, es importante considerar que el maquillaje permanente no consiste en pintar zonas de nuestro rostro, sino realzarlas, para que se vean más atractivas. Esta técnica además es muy efectiva a la hora de corregir pequeñas imperfecciones, eso sí, siempre buscando la naturalidad.
Un maquillaje permantente realizado correctamente no debe notarse, además, podrás seguir maquillándote con sombras, rímel o barra de labios como lo haces habitualmente. Sus aplicaciones más comunes son las siguientes:
– Ojos. Como sabemos, estos son una de las partes más expresivas de nuestro rostro, aunque muchas de nosotras tenemos ojos pequeños o que no se realzan como deberían, en estos casos la técnica es muy efectiva. Podemos hacer que luzcan más grandes por ejemplo o lograr una mirada más «felina» y muchos otros efectos muy interesantes.
– Cejas. En este caso el maquillaje permanente nos ayuda a lograr cejas perfectas que se adecúen a la forma de nuestro rostro. Lo que se hace es delimitar su grosor o marcar levemente el arco y los extremos. Es especialmente útil en aquellas mujeres que no tienen cejas muy pobladas.
– Labios. En cuando a nuestros labios, lo que se hace es perfilarlos con distintos objetivos, como puede ser: lograr ligeras asimetrías, engrosar los labios o solucionar expresiones poco favorecedoras como las comisuras caídas.
Estos son algunos de los trucos que incluye el maquillaje permanente, muy interesante, ¿no crees?