Creíamos que la relación entre el corazón y el amor existía únicamente en las películas de Disney, pero un estudio ha demostrado justo lo contrario. El amor, o mejor dicho, el desamor afecta directamente al corazón, pudiendo generar problemas de salud. El estudio National Social Life, Health and Aging Proyect, ha demostrado que la calidad de la relación en el matrimonio influye en la salud del corazón, aumentando los efectos adversos en la mujer y las personas mayores.
El estudio, financiado por los Institutos Nacionales de la Salud de EEUU y publicado en Journal of Health and Social Behavior, analizó durante cinco años datos de cerca de 1.200 hombres y mujeres casados que participaron en el National Social Life, Health and Aging Project y que tenían entre 57-85 años al inicio del análisis.
El objetivo era averiguar si se podía establecer una relación entre la calidad del matrimonio y el riesgo de enfermedades cardiacas a lo largo de un tiempo prolongado. Además, se pretendía determinar si esta relación podía variar en función del sexo y la edad, es decir, si influía más a las mujeres que a los hombres o viceversa y si los matrimonios de edad más avanzada tenían mayor o menor riesgo de padecerlas.
Para ello, el estudio incluyó una encuesta con preguntas sobre la calidad del matrimonio y pruebas de laboratorio, además de la información sobre salud cardiovascular que dieron los propios participantes como ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares, hipertensión y altos niveles de proteína C reactiva en la sangre.
Así, los resultados señalaron que efectivamente, un matrimonio con problemas, que se podría considerar tiene una «mala calidad», tiene un efecto mayor sobre la salud del corazón que un matrimonio positivo. Es decir, un matrimonio donde, por ejemplo, los cónyuges son intolerantes o excesivamente exigentes el uno con el otro, formarán un matrimonio más perjudicial para la salud cardiaca que beneficioso pueda ser un matrimonio en el que los dos se apoyan y complementan.