Muchos padres tienen problemas para controlar a sus hijos, ya que estos tienen una gran cantidad de energía y parecen no poder quedarse quietos un segundo. Muchas veces este tipo de comportamiento se lo confunde y piensa que simplemente son niños inquietos, cuando puede deberse a un caso de hiperactividad. Te damos algunos consejos que te ayudarán a tratar mejor con este problema.
Primero que nada, debemos recordar que un niño inquieto y otro hiperactivo son cosas muy diferentes. En el primer caso, el niño solamente tiene mucha energía, y en el segundo, la causa es una disfunción cerebral mínima, la cual conlleva un tratamiento.
Estos niños desarrollan una intensa actividad motora lo cual los lleva a que se muevan continuamente, sin que toda esta actividad tenga un propósito. Este tipo de niños son muy problemáticos, ya que junto con esta condición también se resaltan comportamientos destructivos, son insensibles a los castigos, inquietos y nerviosos.
Además, por lo general son muy difíciles de educar, ya que no pueden mantener la atención mucho tiempo en algo, por lo que suelen tener problemas de rendimiento. También son muy impulsivos y desobedientes, haciendo lo contrario que sus padres o maestros les indican.
Algo que es importante tener en cuenta en estos casos es que el niño no debe ser reñido exageradamente, ya que puede generar un déficit de autoestima y realimentar el trastorno. Esto se debe a que el pequeño acabará por no esforzarse por portarse bien, ya que verá que siempre acaban regañándole, haga lo que haga.
Para tratar esto se suelen utilizar tratamientos farmacológicos, como estimulantes y sedantes, o también tratamiento psicológico, para mejorar el ambiente familiar y escolar.
Por último, queremos destacar que en estos casos es importante que al niño se le fijen reglas claras y consecuentes, debe tener límites y no se puede ser flexible en este aspecto. También se debe generar una rutina que le de seguridad, debe haber un lugar para jugar, uno para estudiar y otro para comer o descansar.
Estos son algunos de los consejos que podemos darte en este caso, es muy importante que si tu hijo tiene alguno de estos síntomas acudas a un profesional que pueda aconsejarte.
¡Mucha suerte y no dudes en hacer cualquier consulta que tengas!