Por este nombre se conoce a la intervención quirúrgica que tiene como objetivo, el aumento del tamaño de los senos o el cambio de su forma. Usualmente, las mujeres que las solicitan, buscan mejorar su apariencia física. Mujeres que tienen busto pequeño, o han sufrido un cambio en la forma de su pecho debido al amamantamiento de sus hijos. También es solicitado por mujeres que poseen alguna diferencia entre la forma o tamaño de una mama, con respecto a la otra.
Esta intervención quirúrgica consiste en la introducción de una prótesis (de silicona o solución salínica). Como toda operación, debe ser realizada por un médico cirujano plástico, en este caso, especializado en prótesis mamarias. En la consulta, el médico hará un diagnóstico completo, que incluye: análisis del estado de las mamas, de su piel y de los pezones. Además, en algunos casos, se debe realizar una mamografía para asegurar que no existe ningún nódulo o tumor, pues, luego de la operación, será más difícil detectar estos trastornos. Esto se debe a que, gran parte del seno queda cubierta por la prótesis.
Datos que se deben dar al médico:
Se debe informar al profesional, en caso de ser fumadora, tomar alguna medicación, haber tenido algún caso de cáncer de mama en la familia.
La operación:
La intervención quirúrgica se realiza en un quirógrafo. No se necesita transfusión de sangre y la anestesia aplicada es general. El médico comienza realizando un pequeño corte alrededor del pezón, o por detrás del músculo, dependiendo del tamaño de la prótesis. Se levanta el tejido mamario y se coloca el implante. Luego, se cierra la incisión, dejando una pequeña cicatriz.
Después de 48 de reposo, la paciente puede ir retomando su vida normal, pero conservando ciertos cuidados: llevar un sujetador especial, no realizar movimientos bruscos con los brazos y consultar rápidamente si aparece alguna molestia, fuera de las esperadas (sensibilidad en las mamas, aparición de edemas, cansancio producto de la anestesia).
Riesgos existentes:
Si bien esta técnica es segura cuando es realizada por un cirujano especializado, pueden surgir algunas complicaciones. La contractura capsular es uno de los mayores riesgos: la contracción de las cicatrices internas que endurecen la mama. Cuando ocurre este trastorno, se debe extirpar la cicatriz interna o cambiar la prótesis.
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