Siempre resaltamos la importancia de cuidar de nuestra piel, protegiéndola del sol, limpiándola cada noche y manteniéndola hidratada. Hoy te damos algunos consejos más, para que tu piel se vea destellante y suave.
Por lo general, la limpieza facial es una de las cosas que descuidamos, si bien muchas veces las consecuencias no se ven a corto plazo, después de un tiempo comienzan a verse los primeros síntomas de envejecimiento. Es por esto que es fundamental tratar a nuestra piel con cariño y cuidar de ella, manteniéndola limpia.
La limpieza debe ser diaria, es necesario para quitar restos de transpiración, grasitud, maquillaje y suciedad que se acumula a lo largo del día. Al terminar el día es importante que la desmaquillemos correctamente, apliquemos alguna espuma, loción o crema limpiante en todo el rostro y el cuello y después enjuaguemos con agua tibia.
Al menos 1 vez a la semana o cada 15 días se debe aplicar alguna crema para exfoliarla y retirar la piel muerta. Es muy importante que la crema exfoliante que utilicemos sea acorde a nuestro tipo de pie. Además, la misma se debe retirar de forma ascendente para favorecer la circulación y prevenir la aparición de arrugas.
Una vez que hallamos limpiado y exfoliado nuestra piel es preciso tonificarla, de esta forma retiramos cualquier resto de grasitud que halla quedado. Te recomendamos elegir tónicos que no tengan alcohol para no irritar la dermis.
Por último, una vez que hallamos terminado con los pasos anteriores, es fundamental hidratar correctamente la piel. Esto nos ayudará a evitar que aparezcan arrugas, que la piel se descame o que luzca opaca y maltratada. En el caso de la crema hidratante también es muy importante que elijamos la que favorece a nuestro tipo de piel.
Siguiendo estos consejos podrás mantener a tu piel limpia y sana.
¡Suerte!
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