Una de las molestias más grandes para todas las mujeres es la odiada papada, resulta muy difícil deshacernos de ella y queda realmente antiestética. El cuello es una de las zonas más complicadas de mantener bella y por lo general la que más se descuida. Por causa de esto, a medida que el tiempo pasa comenzamos a ver los efectos.
Los grandes enemigos de esta zona son la falta de firmeza y la sequedad, debemos tener en cuenta que la piel del cuello no tiene tantas glándulas sebáceas y los poros suelen ser muy fino, por tanto, la piel es más propicia a presentar arrugas horizontales.
Por tanto, resulta fundamental aumentar la renovación celular. Esto lo logramos haciendo peelings si notamos la piel apagada o con impurezas, y además incluir el cuello en la limpieza diaria de nuestro cutis. Las cremas, toallitas o cremas que utilicemos para el rostro también son efectivas en el cuello. Si bien puede que no lo veamos sucio, el cuello también se ensucia por las sustancias de la calle o por restos de maquillaje.
Por último, también es importante mantenerlo correctamente hidratado y nutrido, siempre seleccionando cremas que sean específicas para el tipo de piel que tengamos en el cuello.
Teniendo en cuenta estos consejos podremos cuidar mejor de nuestro cuello y evitar que en el futuro el tiempo comience a dejar sus marcas. ¡Suerte!