La exfoliación es uno de los procesos que siempre incluimos cuando hablamos sobre las rutinas de belleza. La misma nos permita cuidar mejor de nuestra piel y que la misma mantenga un aspecto saludable y limpio. Hoy vamos a darte algunos consejos que te ayudarán a entender mejor cuál es su verdadera utilidad y por qué deberíamos hacerlo, ¡presta mucha atención!
Exfoliar nuestra piel ayudar a que el proceso natural de descamación de la misma se realice correctamente. Debemos tener en cuenta que la capa superficial se renueva cada 28 días, aunque, a medida que pasan los años es normal que algunos restos de células no se terminen de desprender por lo que le dan un aspecto apagado a nuestro rostro.
Además, aunque limpiemos con cuidado la piel los restos de maquillaje, polución, partículas grasas, sudor o piel ya sin vida hacen que nuestro rostro pierda su frescura y promueve la aparición de puntos negros y granos. Por esta razón, se recomienda una exfoliación semanal o quincenal y una vez que terminamos aplicar una crema hidratante o nutritiva.
Podemos incluso elaborar nuestros propios exfoliantes, para lo cual necesitamos conocer perfectamente las características de nuestra piel, por eso, en las próximas notas te enseñamos a preparar diferentes exfoliantes dependiendo del tipo de piel que tengas, ¡no te lo pierdas!