Hoy queremos hablar sobre un problema muy común de los esmaltes de uña, seguramente te ha pasado varias veces que quieres pintarte las uñas con ese esmalte que no usas hace tiempo y al querer aplicarlo te das cuenta de que está espeso y no puede utilizarse. Sin embargo, no te preocupes, esto tiene solución, a continuación te contamos cuál.
Debemos tener en cuenta que las lacas de uñas requieren de una serie de cuidados para que se conserven a lo largo del tiempo. Es normal que cuando compramos una nueva la antigua quede en el olvido, para que no suceda lo que comentábamos por tanto debemos darles cuidados mínimos. El primer consejo que vamos a darte es que no expongas la laca a fuentes de calor, con esto nos referimos tanto a radiadores como al mismo sol. Esta es una de las amenazas más claras para que el bote se seque y espese.
Además, cuando pintes tus uñas recuerda limpiar la boquilla del esmalte al terminar de utilizarlo. En caso de que a pesar de todos los cuidades sientas que sigue espeso, entonces puedes sumergirlo en una cacerola con agua muy caliente. Déjalo durante unos minutos a fuego lento. Después, sácalo y remuévelo para ver si está menos espeso. Otra alternativa que tienes es echarle unas gotas de acetona y moverlo bien para ver si cambia la textura.
Estos eran los consejos que teníamos para compartir, esperamos que los mismos te sean de gran ayuda y ¡mucha suerte!