En varias ocasiones hemos hablado sobre la importancia de mantenernos correctamente hidratadas para cuidar de nuestra belleza y salud. Sabemos que la piel adopta un aspecto apagado y sin brillo si no nos encontramos correctamente hidratados, sin embargo, esta no es la única razón por la que deberíamos beber las cantidades necesarias de agua.
Perder solamente un 2% del agua de nuestro cuerpo ya nos afecta enormemente, según el II Congreso de Hidratación Nacional, si llegamos a este estado, ya presentamos síntomas de deshidratación y como un rendimiento menor, se ve afectada nuestra atención, la memoria, la concentración y aparecen el cansancio, la fatiga y la somnolencia.
Beber agua en abundancia, limpia nuestro cuerpo y además nos hace tener una piel más brillante. Conforme más mayores somos, más cantidad de agua necesitamos, y si estamos embarazadas aún más. En este situación tenemos que tener en cuenta que el cuerpo sufre muchos cambios durante los 9 meses de embarazo y hacemos esfuerzos aunque no lo notemos (sobre todo los primeros meses).
Durante el periodo de lactancia es igualmente importante, ya que una mala hidratación puede repercutir en la cantidad y calidad de leche que producimos.
Es por esta razón que debemos asegurarnos de mantenernos correctamente hidratados, más allá de si tenemos sed o no. Ya que, cuando este síntoma se presenta ya, estamos deshidratados.
Un mensaje que es importante en este sentido, es que no necesariamente debemos consumir los líquidos a través del agua en su estado natural, también podemos optar por otros alimentos, como las sopas, zumos y refrescos además de frutas y verduras, que son alimentos ricos en líquidos.
Sabemos que en ocasiones nos da pereza eso de beber aunque no tengamos sed, pero nos tenemos que acostumbrar ya que es algo esencial para el cuerpo humano.