¡Se acerca el veranito chicas! Sol, playa, terracitas y mucho calor, es por eso que tenemos que cuidar más que nunca la hidratación de nuestro cuerpo.
La piel y el cabello es lo que más se resiente en estas épocas, el sol reseca la piel y la temperatura daña el pelo, siendo una época en la que la frecuencia en la que nos lavamos el pelo es mucho mayor debido a la humedad y otros factores.
Uno de los lugares donde más descuidamos nuestra hidratación y cuando más la necesitamos para nuestro rendimiento, es en el trabajo. Según la guía “Hidratación en el trabajo” publicada por el Prof. Javier Aranceta Bartrina, Presidente de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y el Prof. Lluís Serra-Majem, Presidente de la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN) y Presidente de la Academia Española de Nutrición y Ciencias de la Alimentación, en las situaciones en las que se produce una mayor deshidratación, aumenta el nivel de fatiga y descienden el nivel de rendimiento físico y mental, además de producir migrañas y dolor de cabeza.
En los trabajos que requieren esfuerzo físico o en los industriales, la ropa hermética o el equipamiento de protección pueden afectar a nuestra salud si no reponemos líquidos. Por otra parte, el aire acondicionado de las oficinas nos «puede provocar sequedad”.
Pero la deshidratación no solo nos pueda afectar en estos aspectos, sino que otro de las consecuencias y que es posible que no se perciba a corto plazo es la piel. El beber 3 litros al día es algo idea y que hace eliminar toxinas al cuerpo, haciendo que nuestra piel este más suave y brillante.
Más de una cuarta parte del agua de nuestro cuerpo está en la piel, que en la mujer llega a suponer el 50% del peso corporal. Que el cutis se vea elástico y luminosos depende en gran medida del contenido hídrico de la capa córnea que debe rondar el 13% y si dejamos que ese porcentaje baje, la piel se seca y avanzamos la creación de arrugas.
Es de la dermis, la capa más profunda de la piel, de las que se abastecen el resto, ella asegura la turgencia y las propiedades biomecánicas para la extensión y recuperación del colágeno y la elastina.
Si quieres mantener la elasticidad y la tonicidad de tu piel, además de evitar las arrugas prematuras, aquí van algunas de las recomendaciones que se incluyen en la guía, y que todos deberíamos seguir, son:
- Beber bastante durante las comidas y entre ellas.
- Optar por el agua y otras bebidas como zumos de fruta, refrescos, leche, café o té.
- Si preocupa el aporte calórico o el peso, beber agua y bebidas bajas en calorías, sin calorías o con cero calorías.
- Comer habitualmente fruta, verdura, sopas y otros alimentos con alto contenido de agua.
- No confiar únicamente en la sensación de sed para beber y tener una botella de agua o líquido a mano en el puesto de trabajo.
Un último consejo es que nada más levantarte, tomes un vaso de agua y desayunes zumo de naranja, que además aporta vitaminas y nutrientes a nuestra piel.