¿Tienes el trabajo indicado?

¿Te sientes conforme con tu trabajo? ¿Estás motivada? ¿Es un placer ir a trabajar? Si la respuesta a estas preguntas es negativa, entonces quizás tu trabajo no sea el indicado. Vamos a darte algunos indicadores para saber si lo que haces para ganarte la vida realmente es lo tuyo.

Primero que nada, evalúa tu situación actual. Ponle una nota del 1 al 10 a tu trabajo, si te respuesta es por debajo del 7, debes tomarlo como una señal de peligro. Si es por debajo del 5, entonces directamente es inaceptable.

Pregúntate si estás capacitado para hacer algo que requiera mayores responsabilidades. Si mereces algo mejor. Es importante tener en cuenta que todas las personas sufren de bajones temporales, por lo tanto, analiza si tu no estás pasando por uno de esos. Pero si te das cuenta que lo tuyo es algo mayor, no lo ignores.

Intenta aumentar tu productividad y tu grado de satisfacción en tu trabajo actual. Además, evalúate interiormente, razonando si el problema es el trabajo o eres tú. ¿Hay alguna forma de hacer tu trabajo más agradable?

Ten en cuenta que el cambio es un hecho natural. Lo que una vez fue interesante y agradable puede haberse convertido en una rutina agobiante. Como seres humanos necesitamos cambiar de ambientes para no atrofiarnos.

Si te da miedo el cambio es porque puedes llegar a perder algo bueno. Por lo tanto, analiza si vale la pena perderlo por algo diferente.

Por último, atrévete a actuar. Toma coraje y tírate al agua. Fíjate un objetivo y esfuérzate por conseguirlo. Quizás no logres alcanzarlo, pero sí mejorar tu situación.

¡Animo y adelante!

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