Ataques de pánico

Los ataques de pánico son momentos en los que una persona se siente súbitamente aterrorizada sin una razón evidente, tanto para si misma como para los demás. Durante estos episodios, se producen síntomas físicos muy intensos: taquicardia, dificultad para respirar, hiperventilación pulmonar, temblores o mareos.

Estos ataques son posibles de evitar, si aprendes a identificar los síntomas que lo generan, tales como la ansiedad y la angustia.

Para esto, es preciso que consultes a un especialista, para que confirme el diagnóstico y te recomiende una terapia para tu caso.

Las terapias consisten en tratamientos psicológicos que ayudan a la persona a entender que no está enloqueciendo y que su vida no va a destruirse.

Una de las partes más importantes del tratamiento consiste en enfrentar el objeto o la situación que dispara el ataque de pánico.

Es importante tener en cuenta que el tratamiento es gradual, no debe ser ni de golpe ni forzado, ya que esto haría más mal que bien.

Se tiene como finalidad que la persona recupere la confianza en sí misma y pierda las fobias adquiridas.

Por tanto, si este es tu caso, es muy importante que comiences a tratarte.

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