Hoy te informaremos sobre la vitamina D, que sabemos todas las propiedades que posee, ahora se han realizado estudios y se determinó que la vitamina D tiene relación directa con la prevención de infecciones. Las ya conocidas de absorción del fósforo y el calcio, se suma esta espectacular propiedad.
Si aumentamos el consumo de alimentos como el salmón, las sardinas y los boquerones, atún y bonito, fresco o congelado; quesos grasos, margarina, champiñones, huevos, quesos curados y semicurados o frescos, la leche o el yogur, según informa la Clínica Universidad de Navarra en su web, estaremos aumentando la obtención de la vitamina D en nuestro organismo.
Los científicos ya sabían que la vitamina D era importante para luchar contra las infecciones, es absolutamente imprescindible para activar el sistema inmunitario, para erradicar los virus o bacterias de nuestro organismo
Así lo afirma un estudio publicado en la revista Nature Inmunology, en el que el profesor de inmunología y microbiología de la Universidad de Copenhague Carsten Geisler explica por qué esa vitamina es esencial.
Geisler señaló:» cuando las células T, un tipo de glóbulos blancos que detectan y matan grupos de bacterias o virus, están expuestas a un patógeno externo, emiten un receptor o antena que busca la vitamina D«.
“Si las células T no encuentran suficiente vitamina D en la sangre, ni siquiera empezarán a movilizarse”, dijo.
Según se expresó a Efe, aunque serán necesarios más estudios al respecto, los resultados indican que “un incremento en el consumo de vitamina D reduciría el riesgo de contraer infecciones, enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple o la diabetes, algunos tipos de cáncer y la osteoporosis”.
El 90 por ciento de la vitamina D se produce en la piel mediante la exposición al sol, por lo que “si estamos lejos del sol puede haber una carencia de vitamina D en nuestra sangre”, aseguró.
El científico recomienda que en estos casos se tomen suplementos de esta vitamina, o bien en forma de pastillas o comiendo pescados grasos.
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Esperamos vuestros comentarios.
Entre los alimentos ricos en vitamina D se encuentran el salmón, la caballa, el arenque, los huevos y el aceite de hígado de pescado.
“En muchas grandes ciudades en los inicios de la industrialización la contaminación del aire redujo la luz solar y gran parte de la población desarrolló carencias de vitamina D que provocaron raquitismo e infecciones”, afirmó.