El botox es uno de los productos más utilizados a la hora de borrar las arrugas, se trata de un tratamiento que no presenta ningún peligro siempre y cuando se aplique en dosis bajas, ya que lo que hace es paralizar los músculos, por lo que plancha de alguna forma las arrugas. Hoy queremos hablarte sobre el mismo, para que te quites todas las dudas que puedas llegar a tener, ¡presta mucha atención!
El botox se emplea en zonas que están marcadas por las líneas de expresión, como la frente, entrecejo, patas de gallo y código de barras característico en las personas fumadoras. Algo que queremos destacar es que el botox no ofrece tan buenos resultados en las arrugas producidas por fotoenvejecimiento, y tampoco en el caso de las arrugas fisiológicas, aquellas producidas por el paso del tiempo y la pérdida de firmeza de los tejidos. Esto se debe a que en ocasiones el organismo reacciona de forma exagerada inmunológicamente a la toxina, y anula por completo su efecto.
Se recomienda además no repetir la dosis antes de transcurridos al menos tres o cuatro meses. Lo ideal es no realizar más de dos aplicaciones al año. Además, el efecto del bótox nunca es definitivo y la toxina puede producir algunos efectos secundarios. Los principales son los hematomas, inflamación o enrojecimiento. Esto era lo que teníamos para compartir hoy, esperamos que estos consejos te sean de gran utilidad y puedas lograr grandes resultados, ¡suerte!