El stress es un agotamiento físico y mental, producto de una excesiva exigencia. Cuando intentas cumplir con varias actividades, sin tomarte el descanso necesario, este trastorno comienza a desarrollarse, manifestándose en cansancio, mal humor, depresión, o lo que es más peligroso, debilitando tu sistema inmunitario, quedando así expuesta a todo tipo de enfermedades.
Para saber si necesitas tomarte ya unas vacaciones, que reduzcan tu nivel de stress, lee esta nota, y piensa si te sientes identificada. Si es así: es hora de tomarte un descanso.
El tiempo no te alcanza: las actividades que antes realizabas en diez minutos, ahora te llevan horas. Esto es señal de que tu capacidad de concentración está fallando, te distraes con mayor facilidad, pues tu mente está dispersa. Necesitas realizar actividades relajantes, que logren bajar la tensión física y mental.
Terminas el trabajo en tus días libres: Como no puedes terminar tu trabajo en el horario regular, decides llevarlo a tu casa. Esto es signo de que el stress no te permite poner límites entre tu vida laboral y tu espacio personal. Toda persona necesita descansar y disfrutar, no lo olvides.
Tu humor es sombrío: No conversas con tus compañeros de trabajo, salvo para discutir. No ríes con los chistes, pues estás muy ocupada, intentando terminar la tarea que tanto te cuesta. Cualquier ruido te irrita y desconcentra. La pérdida del buen humor es signo de que el stress está afectando tu estabilidad emocional. Respira profundo, y recuerda que el trabajo no lo es todo. Pide esas vacaciones que tanto necesitas, y verás, que al regresar a tu oficina, el molesto stress habrá desaparecido.