Lentamente vamos dejando el verano detrás y le damos la bienvenida al otoño. Las altas temperaturas del verano combinado con el exceso de exposición solar puede dañar nuestra piel Por tanto, debemos prepararla para afrontar el frío, para que de esta forma no sufra mayores daños.
Es normal que durante las vacaciones descuidemos el cuidado de nuestro cutis. Si no volvemos a hidratarlo y aceleramos el proceso de regeneración una vez que regresamos de las vacaciones, entonces entraremos en el otoño con la piel castigada y señales de envejecimiento precoz. Te damos consejos para que esto no te suceda a ti.
El tiempo prolongado que estuvimos expuestas al sol hace que la piel del cuerpo entero se reseque. Para solucionar este problema, primero debes exfoliarla, de forma que toda la piel muerta se desprenda y pueda aparecer la nueva. Te recomendamos hacer esto dos veces a la semana durante el baño. Una vez hecho esto es muy importante que no olvides hidratarte.
Por otro lado, el calor del verano activa la producción de sebo en la piel, por lo tanto, no debería sorprenderlos si durante esta época tenemos más espinillas de lo normal. Para revertir esta situación lo único que necesitas es readquirir el hábito de limpiar el cutis profundamente. Que se convierta en una rutina sagrada, además, tonifícalo e hidrátalo religiosamente.
Por último, es común que a veces aparezcan hongos en la piel, si notas que tienes alteraciones en el tono de piel, no dudes en consultar a tu dermatólogo. Éste de seguro analizará tu caso y te indicará el tratamiento que te conviene seguir.
¡Mucha suerte!