Un amante: la solución para todos los males

Varias personas que tienen una pareja formal, entablan a su vez una relación con un amante. Esta conducta, catalogada hasta ahora, como muy negativa para la conformación de una pareja feliz, es ahora mirada desde una nueva óptica.

Ésto se debe a que las últimas investigaciones psicológicas han demostrado, que un gran porcentaje de personas que tienen “amoríos” ocultos, son menos propensos a desarrollar trastornos emocionales, como ansiedad, insomnio y depresión.

Las investigaciones se comenzaron a realizar, luego de que Psicólogos y Psiquiatras notaran que varias personas, que habían terminado con sus relaciones extra matrimoniales, consultaban por síntomas como pesimismo, crisis de llanto, y diversas somatizaciones corporales. La rutina, la monotonía y la falta de intereses de vida cotidiana, de estas personas, se les vuelve intolerables.

En estos casos, la búsqueda de un amante, funcionaba como una forma de escape, de una realidad que causaba angustia.

En estos casos, de depresión, los profesionales decidieron, probar una nueva estrategia: No medicar a sus pacientes, sino proponer que consigan un nuevo amante. Se les dice directamente “Usted necesita un amante”. Esta afirmación escandaliza a muchos de los pacientes, y muchos de ellos deciden no volver a visitar a su terapeuta. Pero la explicación, es que una vida sin intereses, ni motivaciones tiende a perder el sentido, cayendo así la persona en la apatía y la depresión. El experimentar la pasión, la aventura, el peligro, puede cargar de adrenalina una vida rutinaria, generando energía para encararla de forma novedosa.

La propuesta de los profesionales, en realidad, no es que el paciente establezca una relación extra matrimonial, sino que tome a su pareja, algún hobby, o su vocación, como su amante. Como una aventura llena de pasión, emoción y adrenalina, que estimule las ganas de vivir a pleno cada día de su vida.

Así, la terapia consiste en algunas reglas básica: arriesgarse a vivir cada día, tal como si fuera el último, sin miedo a nada. Y no dedicarse meramente a sobrevivir, postergando los deseos y la felicidad, para un futuro que nunca llega.

Entonces, ¿qué esperas?.¡Anímate, y busca un amante!

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