El zinc y la piel

Hoy queremos hablar sobre un mineral sumamente importante, se trata del zinc, el mismo cumple una serie de funciones en nuestro cuerpo. Hoy queremos centrarnos especialmente en sus atributos para con nuestra piel, ya que la influye de forma significativa, presta mucha atención.

Lo primero que queremos mencionar es que el zinc es el responsable de la cicatrización de heridas y el mantenimiento de la piel entre otras acciones. Podemos encontrarlo en una gran cantidad de alimentos diferentes, como por ejemplo en los cereales integrales, tales como los copos de trigo y germen de trigo, la levadura, los copos de avena, el arroz, el pan integral, el trigo o el maíz. También encontramos zinc en los frutos secos, las pipas de calabaza y girasol, los cacahuetes, la nuez, las almendras y las avellanas. Respecto a las verduras, podrás encontrarlo en la cebolla, el ajo, el perejil, las setas o las judías; y en legumbres como las lentejas, los guisantes, el garbanzo o la soja. En lo que respecta a las carnes, está presente en los huevos, el hígado o los mariscos.

Es muy sencillo detectar si nos falta zinc, nos damos cuenta cuando las heridas tardan más en cicatrizar o en la dermatitis alrededor de los orificios de éstas. También puede reflejarse en acné, ezcemas y psoriasis. Lo más adecuado para determinar la carencia de zinc en el organismo es a través de unos análisis de los leucocitos. Por esta razón resulta fundamental que no descuidemos nuestro consumo de zinc. Esto era lo que teníamos para compartir hoy, esperamos que esta información te sea de gran utilidad.

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