Causas de la depresión en función del tiempo

El decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, Fernando Chacón, ha explicado que el calor, el viento y la luz –aunque este último no sea directamente un factor meteorológico– son los que más afectan al comportamiento de la población, sobre todo, de las personas «meteosensibles».

Así lo ha explicado con motivo del Día Meteorológico Mundial, que se celebra este lunes bajo el lema ‘Del conocimiento climático a la acción por el clima’, durante un acto que ha tenido lugar en la sede de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

Sobre el calor, ha citado algunos estudios que demuestran que las altas temperaturas aumentan la agresividad, la irritabilidad, las tasas de suicidio y los delitos como robos. Esto ocurre, según ha precisado, porque la agresividad está relacionada con factores afectivos pero también externos.

Así, según un informe de Bell y Barón de 1976, hasta los 30° de temperatura, la agresividad aumenta pero con temperaturas mayores, empieza a disminuir.

En cuanto al viento, Chacón ha destacado las consecuencias del efecto Foehn o Terrales que puede «agravar localmente diversos trastornos psicológicos, depresivos, de ansiedad, atención o irritabilidad».

También afecta al estado de ánimo la falta de luz, que puede inducir a la depresión o a un trastorno afectivo estacional, que según Rosenthal afecta al 20% de la población. Esto ocurre, según ha matizado Chacón, porque la falta de luz hace que disminuya la melatonina y aumente la serotonina.

Por su parte, la directora de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Sonia Castañeda, ha destacado que la biodiversidad y el clima están estrechamente relacionadas y ha advertido de que la biodiversidad es necesaria para que haya vida, para el bienestar social y para la economía.

Precisamente, ha indicado que el 40% de la economía mundial –sectores agrícola, ganadero, forestal, farmacéutico, cosmético– depende de contar con unos ecosistemas sanos.

En este sentido, Castañeda ha recordado que «cuando se pierde biodiversidad se está perdiendo un nuevo medicamento o un nuevo proceso innovador» y ha advertido de que los seres humanos son «responsables de un tanto por ciento del cambio climático» y pueden contribuir a que no siga produciéndose.

La portavoz de la AEMET, Ana Casals, ha insistido en que el cambio climático es «una amenaza para la salud» y ha apuntado que el conocimiento sobre el clima puede reducir riesgos. Sobre la Organización Meteorológica Mundial, ha indicado que su objetivo principal en estos momentos es «reducir a la mitad el número de víctimas de desastres naturales».

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