Existe la creencia que los padres de los bebés, deben resignarse a no dormir toda la noche, pues sus pequeños los despertarán varias veces.
Sin embargo, se puede enseñar al pequeño a tener un sueño lo menos interrumpido posible. Los bebés pueden llegar a dormir 6 horas seguidas, un tiempo prudente para que sus padres puedan descansar y afrontar el día con más energías.
Para logar regular los horarios de sueño de tu bebé, puedes ofrecerle algún objeto que le ayude a dormir. Por ejemplo, un oso de felpa, que el niño asocie a sus horas de sueño. Por lo tanto, cuando se lo ofrezca, el niño reconocerá que es hora de dormir.
Un buen consejo, es perfumar el oso, con la fragancia de la madre, pues de esta forma, el pequeño se sentirá acompañado por la figura materna mientras concilia el sueño.
Por otra parte, es importante que el bebé no se acostumbre a dormir en los brazos de sus padres. Pues de esta forma, cada vez que se despierte, necesitará de ello para dormirse nuevamente.
Acostumbra a tu hijo a no dormir en las horas previas a la noche. Si está despierto, intenta fomentar que se mantenga así, pues así conservará el sueño para la noche.
Enséñale a tu hijo, a dormir en su habitación. Cuando se quede dormido en otro espacio, llévalo a su cama. De esta forma asociará su dormitorio con el dormir, y cuando lo lleves allí conciliará el sueño con el estar acostados en su cama.
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